La Libertad Avanza ha tomado decisiones clave tras las elecciones en Buenos Aires, donde la crisis económica se ha intensificado. Javier Milei, líder del partido, organizó dos cumbres en la Quinta de Olivos para definir la estrategia de campaña nacional. En estas reuniones, se anunció que Pilar Ramírez será la nueva coordinadora de los 24 partidos provinciales libertarios. Ramírez, quien goza de la confianza de Karina Milei, se encargará de la organización, aunque su nombramiento ha generado especulaciones sobre la posible marginación de Eduardo "Lule" Menem, un armador nacional influyente. Sin embargo, Menem sigue teniendo un papel importante en la fiscalización nacional y ha sido reconocido por su capacidad estratégica.
A pesar de los cambios en la estructura de campaña, la dinámica de toma de decisiones dentro del partido no ha variado significativamente. Algunos miembros del oficialismo habían solicitado cambios más profundos, pero la designación de Ramírez ha sido bien recibida por ciertos sectores, como el de Santiago Caputo, quien destacó que su trabajo conjunto en la campaña de la Ciudad fue exitoso.
En el ámbito gubernamental, la situación es más complicada. Los altos funcionarios del Gobierno han expresado que el sistema de toma de decisiones no se ha resuelto con la nueva mesa nacional. Javier Milei ha decidido empoderarse y coordinar directamente con un grupo selecto de funcionarios, incluyendo a Karina Milei y Santiago Caputo, para abordar decisiones críticas. Sin embargo, esto no ha solucionado los problemas cotidianos, como se evidenció en la reciente caída de tres vetos presidenciales en el Congreso.
Las tensiones entre diferentes sectores del oficialismo han aumentado, con acusaciones de falta de comunicación y coordinación. Algunos funcionarios han solicitado "reglas claras" para mejorar la interlocución política, mientras que otros advierten que la relación con los gobernadores está en su peor momento. La incertidumbre sobre la configuración del Gabinete post octubre también persiste, con rumores sobre la incorporación de nuevos funcionarios para mejorar la gobernabilidad.
En cuanto a la provincia de Buenos Aires, el panorama es incierto tras la derrota electoral. Los líderes locales han comenzado a justificar el resultado, atribuyéndolo a factores económicos y a la estrategia de campaña. A pesar de la presión, el partido busca recuperar terreno y mejorar su imagen ante los votantes.