La pelota, prácticamente, echó a rodar en un clima discotequero impropio de la seriedad de un clásico de la dimensión del Valencia CF - Athletic Club . Un ambiente sin memoria sobre lo sucedido hace siete días en el Johan Cruyff, la tercera goleada humillante del Barcelona (6-0) en lo que va de año. Entre la música retumbante se hizo un hueco el himno regional, interpretado por Francisco, y un merecido homenaje a Jaume Domènech. El portero, retirado de la profesión recientemente, recibió el calor de sus hijos y de los aplausos de todos los aficionados.

Con ese clima previo, más acorde a un festival que a la exigencia de un grande e histórico como el Valencia, el Athletic se erigió en amo y señor del partido durante el primer cuarto de hora. Oihan Sancet envió el primer aviso con un dis

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