Un nuevo método de fraude digital ha surgido a nivel global: los cibercriminales emplean dispositivos que simulan antenas de telefonía móvil para enviar mensajes de texto fraudulentos de forma masiva, eludiendo los filtros de seguridad tradicionales y generando preocupación entre usuarios y operadoras en varios continentes.
Esta táctica, que ha experimentado un crecimiento acelerado en el último año, permite a los delincuentes distribuir campañas de phishing directamente a los teléfonos cercanos, sin que los sistemas de protección habituales puedan intervenir.
A diferencia de los ataques convencionales, en los que los estafadores utilizan bases de datos de números telefónicos y plataformas automatizadas para enviar mensajes, este nuevo enfoque recurre a los llamados SMS blas