Algunos en Francia se molestaron esta semana al enterarse de que el caos político que vive su país se ha convertido en motivo de risa… para los italianos.
En menos de dos años, Francia ha tenido cinco primeros ministros, una hazaña política insuperable incluso en los tiempos de turbulencia política en la Roma de posguerra.
Y ahora, el Parlamento francés, reconfigurado después de la decisión del presidente de convocar elecciones anticipadas en julio de 2024, lucha por formar una mayoría capaz de aprobar un presupuesto.
A esto se suma una huelga general convocada el jueves por los sindicatos que se oponen a las propuestas presupuestarias anteriores.
Los periódicos de Roma y Turín mostraron una clara gioia maligna (alegría maliciosa) al relatar los acontecimientos recientes.
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