El pasado 19 de septiembre se cumplieron cuatro años de la erupción del hoy llamado volcán Cumbre Vieja en el municipio palmero de El Paso. Han pasado cuatro y me temo que lo que ha quedado entre la gente damnificada y muchos de nosotros es una erupción, pero de poca vergüenza, traiciones, mentiras, falsas promesas y algunas traiciones. Más o menos que lo que le ha quedado a la buena gente damnificada del terremoto de Lorca del 2011 (hace ya 14 años), o a la buena gente damnificada de la Dana de Valencia del 2024. Es la triste realidad. A nuestra buena gente palmera damnificada por la erupción de La Palma también le está afectando el olvido por parte de políticos (de todos los partidos) y administraciones (de todos los ámbitos y colores). una vez más, coincido plenamente con mi colega y am
Incumplimientos, falsas promesas y poca vergüenza

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