Acaba de llegar a su fin una breve historia de censura previa, inédita en nuestro país. Ello, luego de que Karina Milei desistiera de la acción por medio de la cual había logrado imponer una mordaza sobre la prensa, impidiendo que se difundieran audios que, se suponía, podían incriminarla. El desistimiento oficial llegó al momento en que debía contestar un traslado, frente a un recurso que interpusimos un grupo de abogados en representación de Jorge Fontevecchia, interesados en el resguardo del más amplio derecho de libertad de expresión y de crítica política. En las líneas que siguen, y en razón de la gravedad de lo ocurrido, vamos a resumir la historia que aconteciera, para subrayar luego el enorme valor de la conclusión jurídica a la que se ha arribado. El derecho a la expresión crítica
La mordaza de los quince días

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