Andorra y Mirandés se enfrentaron este sábado en el Principado en un partido que acabó con empate (1-1) y en el que los locales acabaron muy enfadados con la actuación de Alonso de Ena Wolf, árbitro del mismo. Todo tras un penalti muy protestado de Marc Domenech Iker Córdoba en el que Alonso de Ena Wolf después de consultar el VAR confirmó su decisión. Carlos Fernández fue el encargado de establecer el 1-1 definitivo.

Tras el pitido final hubo lío en el túnel de vestuarios con varios directivos del Andorra, entre ellos Gerard Pique al que el árbitro en su acta acusa de amenazas: "Una vez finalizado el encuentro, y estando en el túnel de vestuarios, se dirigió a mi asistente nº1 D. Jaume Nogues Llorens a viva voz y de forma agresiva, con los siguientes términos: sois unos sinvergüen

See Full Page