El t ablero geopolítico global vuelve a moverse y no precisamente a favor de las dos superpotencias más influyentes. En medio de las tensiones comerciales y militares que involucran a China y Estados Unidos , una alianza estratégica de alcance internacional podría reconfigurar el escenario y cambiar el rumbo de la economía mundial .
Lo que parecía un acercamiento bilateral limitado ha escalado a un proyecto con visión de largo plazo, capaz de abrir nuevos mercados , atraer inversiones multimillonarias y consolidar un frente que desafíe los planes de las grandes potencias.
Expertos en relaciones internacionales advierten que esta alianza no solo se basa en el comercio. También contempla áreas sensibles como la defensa , la tecnología, la transición energética y e