La polémica alrededor de las pulseras de control telemático de maltratadores sigue creciendo. Al fallo detectado en el trasvase de datos (que hizo que se perdiera, temporalmente, la información sobre la ubicación de los hombres anterior al 20 de marzo de 2024), se han sumado otros errores técnicos que el Consejo General del Poder Judicial asegura trasladó al Ministerio de Igualdad. El departamento de Ana Redondo, por su lado, subraya que han estado encima del servicio para solucionar cualquier incidencia e insiste en que las pulseras han funcionado con seguridad para las mujeres.

¿Qué ha pasado?

En su memoria anual, la Fiscalía advertía de que un error técnico durante el trasvase de información a la nueva empresa adjudicataria del servicio de pulseras de control de maltratadores Cometa (una UTE formada por Vodafone y Securitas) hizo que, durante meses, se perdieran los datos anteriores a marzo de 2024. Eso, proseguían, había provocado una “gran cantidad” de absoluciones y sobreseimientos de agresores debido a que los juzgados no podían contar con la información sobre sus movimientos. Hablamos de casos en los que se acusaba al agresor de haber quebrantado una orden de alejamiento, no de los procedimientos por violencia de género en sí, que siguieron su curso con normalidad. Después, tanto la Fiscalía como el Ministerio de Igualdad han matizado la información y aseguran que, una vez se volvió a disponer de esa información, la mayor parte de mujeres pudo contar con esos datos para sus procedimientos judiciales y que apenas hubo absoluciones por quebrantamiento de la orden de alejamiento.

Ese trasvase de información de una empresa a otra se produjo porque se trata de un servicio externalizado que la administración licita cada cierto tiempo. Al último concurso solo se presentó una oferta: la de Vodafone, que la mesa técnica de contratación aceptó. La anterior empresa (Telefónica) trasladó los datos a la nueva y en esa migración se produjo el fallo.

¿Fallaron las pulseras?

En su memoria, la Fiscalía no hablaba de fallos en las pulseras, sino de problemas en el traslado de la información. Las pulseras nunca dejaron de funcionar. Sin embargo, a partir de ese fallo, se han hecho públicas algunas deficiencias de funcionamiento de los dispositivos, por ejemplo, que las alarmas que llevan las mujeres saltan sin motivo, bien por problemas de cobertura o por una localización incorrecta. Estas deficiencias habrían ocurrido ocasionalmente y desde hace tiempo. En los últimos años, ninguna mujer que contaba con un dispositivo de control telemático de su agresor ha sido asesinada.

¿Se han excarcelado a maltratadores por este fallo?

No. Los hombres que llevan un dispositivo de control de localización están inmersos en procedimientos judiciales de violencia de género en los que un juez o jueza ha impuesto una medida de alejamieto de su víctima. Esos procedimientos de violencia de género han seguido su curso. Si un agresor que lleva pulsera transgrede la orden de alejamiento, la víctima puede denunciarlo por quebrantamiento de la medida o de la condena. Son esos procesos los que se vieron afectados por esa pérdida temporal de información, procesos supeditados al caso principal por violencia de género.

¿Alguien alertó de los fallos?

La expresidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Poder Judicial, María Ángeles Carmona, aseguraba en  El Confidencial   que había “advertido” al departamento de Ana Redondo de que el nuevo servicio “no tenía las garantías”,  algo que el ministerio de Igualdad ha negado . “En ningún momento en esta Delegación se ha recibido comunicación oficial alguna, menos aún apoyada en datos objetivos, relativa a la mala calidad del servicio que iba a ofrecer dicha adjudicataria”, asegura la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, en una carta enviada al CGPJ.

Sin embargo, este lunes el CGPJ insistía: hacía pública una carta de la actual presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Esther Erice, al Ministerio de Igualdad en la que afirma que en enero y febrero de este año remitió a la delegación del Gobierno contra la Violencia de Género los errores detectados por la Audiencia Provincial de Granada y por otro órgano judicial de Galicia. Erice recuerda en la misiva que las comunicaciones sobre incidencias que recibe el Observatorio “son trasladadas a los organismos competentes” para de esta forma “garantizar el correcto cumplimiento de las medidas de alejamiento acordadas”.

¿Qué pasa con el contrato?

La ministra Ana Redondo decía este lunes que su departamento licitará en unos meses un nuevo contrato para la gestión de los dispositivos Cometa de control telemático de agresores machistas. Esa licitación incorporará “mejoras técnicas”, y no será extraordinaria, es decir, será el contrato para gestionar el servicio a partir de mayo 2026, que es cuando vence el actual. El futuro contrato tendrá una duración mayor, de tres años con dos prórrogas.

¿Cuántas pulseras hay y cómo funcionan?

Actualmente hay unas 4.500 pulseras funcionando. Son dispositivos –una pulsera para ellos, una especie de teléfono móvil para ellas– que permiten conocer la ubicación exacta de los agresores machistas con órdenes de alejamiento de sus víctimas. Es una forma de proteger a las mujeres y, al mismo tiempo, de documentar posibles quebrantamientos de medidas cautelares o de condenas. No todas las mujeres con órdenes de alejamiento cuentan con dispositivos de seguimiento.

¿Quién presta el servicio?

Actualmente, y desde principios de 2024, una UTE de Vodafone y Securitas. Antes, Telefónica. Tanto Cometa como el 016 han sido siempre servicios externalizados a empresas privadas. La administración licita sus contratos periódicamente y las empresas concurren para conseguirlos. En los últimos años, sindicatos y trabajadoras se han quejado de que estas externalizaciones suponen muchas veces condiciones precarias o inadecuadas para quienes prestan el servicio, algo que, han denunciado, afecta a la atención que prestan.