
Esther Cañadas , referente de la moda en los años noventa, atravesó una etapa marcada por una enfermedad autoinmune poco común que la obligó a retirarse de las pasarelas durante años. La modelo relató que los primeros síntomas aparecieron hace más de una década, cuando comenzaron los episodios de fiebre y un cansancio extremo que la dejaba sin fuerzas. En aquel tiempo, los médicos solo podían recomendarle reposo absoluto, pues los análisis no arrojaban resultados claros.
La dolencia fue diagnosticada como vasculitis , una inflamación de los vasos sanguíneos que puede comprometer órganos vitales . Durante seis años vivió con apenas un 10% de energía y atravesó momentos críticos en los que temió por su vida. En ese periodo probó tratamientos experimentales y distintas formas de terapia, además de trasladarse a México para alejarse del ámbito profesional.
Con el tiempo comprendió que debía afrontar la enfermedad también desde el plano mental. Encontró apoyo en la maternidad, tras el nacimiento de su hija Galia en 2014, lo que marcó un antes y un después en su recuperación. Ya restablecida, regresó a los desfiles y a la televisión, reapareciendo en 2020 para Balmain y en 2024 en un programa de entretenimiento.
Hoy, Cañadas reconoce el valor de lo vivido y subraya que atravesar ese proceso en soledad le permitió reconstruirse. Aunque evita dar consejos, deja una reflexión: “No pasa nada por estar mal, pero hay que volver”.