El polémico acuerdo suscrito por PSOE y Junts para la cesión de las competencias sobre inmigración a la Generalitat de Cataluña, el inicio de cuya tramitación se debatirá este martes en el Congreso, amenaza con provocar una fractura interna en la pata del Gobierno que no lo negoció ni lo firmó: Sumar. A pocas horas de que tenga lugar la votación de la toma en consideración de esta iniciativa, varios partidos de los que conforman la coalición que lidera Yolanda Díaz se plantean seriamente romper la disciplina de voto marcada por la vicepresidenta: el diputado del ala menos nacionalista de Compromís, Alberto Ibáñez, ya anunció hace unos días que no piensa apoyar —como ha ordenado Díaz— la proposición de ley, y a Ibáñez podría acompañarle IU, formación a la que el texto también le genera much
Sumar amenaza con partirse en la primera votación en el Congreso para ceder las competencias migratorias a Cataluña

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