Jimmy Kimmel volvió a su programa nocturno este martes, desafiando las amenazas del presidente Donald Trump. Antes de la emisión, Trump había lanzado un nuevo ataque contra ABC, la cadena que transmite el programa. En un emotivo monólogo, Kimmel criticó los intentos de restringir la libertad de expresión en Estados Unidos y reafirmó que no moderará sus críticas al presidente, a pesar de haber estado suspendido casi una semana debido a la presión de la administración Trump.

Kimmel enfatizó la importancia de la libertad de expresión, afirmando: "Este programa no es importante. Lo importante es que vivimos en un país que nos permite tener un programa como este". Recordó su experiencia con comediantes de países donde la crítica al poder puede llevar a la cárcel. "Nuestra libertad de expresión es lo que más admiran de este país", dijo Kimmel, quien también se refirió a la reciente suspensión de su amigo Stephen Colbert.

El comediante predijo que ABC y Disney enfrentarían un mayor escrutinio por parte de la administración Trump tras la reanudación de su programa. Kimmel criticó a Trump por celebrar la pérdida de empleos de los estadounidenses debido a sus bromas. "Nuestro líder celebra que los estadounidenses pierdan sus medios de vida porque no puede aceptar una broma", afirmó.

Durante la grabación, Kimmel recibió una ovación de pie de varios minutos. Agradeció a quienes lo apoyaron durante su suspensión, incluyendo a colegas comediantes y a aquellos que, aunque no comparten sus creencias, defienden su derecho a expresarlas. También mencionó a figuras políticas y medios conservadores que han sido objeto de sus burlas, como Ben Shapiro y Ted Cruz.

Kimmel se mostró visiblemente emocionado al abordar sus comentarios sobre el asesinato de Charlie Kirk, que llevaron a la suspensión de su programa. "Nunca fue mi intención restarle importancia al asesinato de un joven", aclaró. También elogió a la viuda de Kirk por su mensaje de perdón durante el servicio conmemorativo.

La controversia surgió después de que Kimmel criticara a la "pandilla MAGA" por intentar distanciarse del sospechoso del asesinato. Sus comentarios provocaron una reacción negativa de la FCC, cuyo presidente, alineado con Trump, lo calificó de "conducta enfermiza". A pesar de la presión, Kimmel instó a su audiencia a alzar la voz contra estas amenazas a la libertad de expresión.

La semana pasada, Disney y su CEO, Bob Iger, trabajaron para resolver la situación y permitir que Kimmel regresara al aire. Aunque Kimmel expresó su descontento con la suspensión, agradeció a Disney por brindarle la plataforma para su programa. Sin embargo, el programa aún se suspendió en varias ciudades debido a protestas de grupos locales.

Kimmel también se burló de Trump, quien había criticado su programa en redes sociales. Una hora antes de la transmisión, Trump comentó que ABC había informado a la Casa Blanca que el programa había sido cancelado, lo que Kimmel utilizó para hacer una broma en el escenario. La batalla por la libertad de expresión en la televisión estadounidense continúa, y Kimmel se mantiene firme en su postura.