C ANCÚN, MX.— En las inmediaciones del aeropuerto internacional de Cancún aparecieron espectaculares con la imagen de Rafael Marín Mollinedo, actual encargado de aduanas en México, promoviéndose en la revista Mundo Ejecutivo bajo el tema “Modernización Aduanera”.

El despliegue publicitario evidenció el arranque de campañas de proselitismo disfrazado, pues este tipo de estrategias —colocar portadas de revistas de bajo o dudoso prestigio en anuncios espectaculares— se han convertido en una práctica común en el país para posicionar figuras públicas antes de los procesos electorales.

En México, este recurso ha sido utilizado reiteradamente como una forma de evadir la fiscalización de gastos de campaña, al presentarse como publicidad comercial de revistas o medios impresos, cuando en realidad cumplen la función de difundir la imagen de personajes políticos con aspiraciones futuras.

El caso de Marín Mollinedo no es aislado. En diferentes estados se han documentado campañas encubiertas similares, donde funcionarios o aspirantes se promocionan a través de supuestas entrevistas, portadas o ediciones especiales que luego son replicadas en espectaculares de alto costo.

Aunque estas prácticas no se reconocen oficialmente como actos anticipados de campaña, especialistas en materia electoral advierten que constituyen un vacío legal que distorsiona la equidad en las contiendas, además de dificultar la rendición de cuentas sobre el origen de los recursos empleados en su financiamiento.

Rafael Marín Mollinedo, empresario quintanarroense y colaborador cercano de Andrés Manuel López Obrador desde los años noventa, fue designado en 2022 como titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM). El nombramiento representó un voto de confianza personal del presidente en un aliado clave, tras su paso al frente del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

El cargo cobra mayor relevancia en medio del reciente escándalo de “huachicol fiscal” a través de aduanas, esquema que permitió el ingreso irregular de combustibles y generó millonarias pérdidas al erario y dónde las investigaciones aún no terminan de aclarar responsabilidades en varios casos de corrupción, contrabando y colusión con el crimen organizado.

En el actual gobierno de Claudia Sheinbaum, Marín Mollinedo fue designado por segunda vez en el puesto.

En la lectura política, su gestión no solo implica una tarea administrativa, sino también un posicionamiento estratégico dentro del círculo de confianza de AMLO. Su presencia en un área de alto impacto económico y de seguridad nacional lo coloca en el mapa de figuras con proyección futura en el tablero político, particularmente en su estado natal, Quintana Roo. (Noticaribe)