Bad Bunny no solo dió el cierre de una residencia récord ni la despedida de un año consagratorio. Lo que el artista ofreció en Puerto Rico fue una declaración de principios: su música al servicio de la identidad, la memoria colectiva y la defensa de sus raíces.
El sábado, frente a un estadio repleto y con transmisión mundial por Amazon Music, Prime Video y Twitch, Benito Antonio Martínez Ocasio transformó su último concierto en un evento cultural y político.
La fecha no fue casual: coincidió con el octavo aniversario del huracán María, la tragedia que todavía marca a la isla.
“No nos vamos a quitar. Nos están viendo en el mundo entero”, gritó desde el escenario, donde una escenografía con “La casita” puertorriqueña sintetizó el espíritu de resistencia.
Invitados estelares: un mapa cult