La política de Estados Unidos hacia Ucrania ha experimentado una transformación significativa bajo la administración de Donald Trump, especialmente en septiembre de 2025. Este giro ha generado reacciones tanto en Ucrania como en Europa, con implicaciones para la dinámica del conflicto con Rusia.
Nuevo enfoque de Trump hacia Ucrania
Durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Trump expresó un apoyo más firme a Ucrania, afirmando que el país tiene derecho a recuperar todo su territorio perdido ante Rusia. Esta postura contrasta con su anterior sugerencia de que Ucrania debería ceder parte de su territorio para alcanzar la paz. Trump también propuso que la OTAN derribe aviones rusos si invaden su espacio aéreo y sugirió que Ucrania podría ir «más allá» en sus objetivos territoriale