El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha encendido las alarmas sobre las conversaciones de paz en Colombia. Durante su intervención en el Congreso Nacional de Comerciantes de Fenalco, Gutiérrez reveló que envió una carta al gobierno de Estados Unidos el pasado 2 de julio. En esta comunicación, dirigida al Departamento de Estado, al FBI, a la DEA y a la embajada estadounidense en Colombia, expresó su "profunda preocupación institucional" por el rumbo que están tomando las negociaciones de paz entre el presidente Gustavo Petro y las estructuras criminales de la ciudad.

Gutiérrez sostiene que el gobierno de Petro está favoreciendo, de manera directa e indirecta, a grupos criminales que han afectado la seguridad de Medellín y de sus aliados internacionales, incluyendo a Estados Unidos. En su carta, el alcalde enumeró diez grupos ilegales, destacando que la política de "paz total" del actual gobierno ha legitimado a cabecillas criminales con antecedentes judiciales graves, muchos de los cuales, según él, siguen activos en el tráfico de drogas y otros delitos.

El alcalde también hizo referencia a un evento polémico que tuvo lugar el 21 de junio, donde Petro se reunió con líderes criminales. Gutiérrez mencionó específicamente a Juan Carlos Mesa, alias "Tom", y Freyner Alfonso Ramírez, alias "Pesebre", quienes están en una lista de alerta de las autoridades estadounidenses por su actividad delictiva. A pesar de sus condenas, Gutiérrez afirmó que estos individuos continúan controlando sus organizaciones desde prisión.

Además, el alcalde denunció que los criminales han tenido acceso a información sensible sobre operativos en su contra y mencionó presiones de la senadora Isabel Zuleta para beneficiarlos judicialmente. En su carta, también se abordaron los procesos de paz con las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo, todos señalados por su participación en narcotráfico, secuestro y terrorismo.

Gutiérrez hizo un llamado al gobierno estadounidense para que preste atención a la situación en Colombia, advirtiendo que lo que ocurre en el país tiene un impacto directo en la seguridad de Estados Unidos. "Los principales capos responsables del tráfico de estupefacientes hacia su país no solo siguen operando, sino que ahora son promovidos por el Gobierno como interlocutores válidos en nombre de la paz", concluyó el alcalde, solicitando fortalecer los canales de cooperación bilateral para abordar esta problemática.