“Justicia”, es lo que espera encontrar la familia Almeyda Tasayco, luego de que su primogénito, Julio Enrique de 17 años, fuera asesinado salvajemente en el interior del local donde trabajaba, ubicado a la altura del kilómetro 199 de la Panamericana Sur. El féretro fue trasladado ayer hasta el frontis del Poder Judicial y División Policial de Chincha para exigir la ubicación y captura del sujeto que causó la muerte del adolescente.

Julio, el lunes salió de noche de la vivienda de su madre para atender el llamado de una persona que administra un depósito de chatarra. Esa fue la última vez que sus familiares lo vieron con vida. Al llegar la madrugada, la angustiada progenitora intenta saber sobre el paradero de su hijo, pero no encontraba respuesta. Su padre enterado de la situa

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