harold salazar arboleda

Parodiando a Laura Restrepo, ya no hay apáticos, tibios o timoratos sino renovadas hordas de fanáticos, adoradores de la violencia y el dinero, dispuestos dar la vida por odio y el amor a la acumulación material o por una fe genética e irracional. “Fans del circo romano en apocalíptica versión contemporánea”.

Se escucha el clamor desaforado que exige muerte a los que profesan otra ideología, a los infieles, —los otros creyentes— a los librepensadores, los de sexualidad diferente, a los que se oponen a la ocupación y al saqueo, a los que exigen democracia. El objetivo es destrozar, así la sangre derramada fluya por ríos no diáfanos sino de color rojo, al final, la sangre del sufrimiento y del oponente poco importan.

Los estados mayores y sus máquinas de guerra, co

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