
El Ayuntamiento de Barcelona ha ratificado su compromiso de no permitir que Israel o cualquier empresa “que se beneficie del genocidio” en Gaza tengan presencia en congresos celebrados en la Fira de Barcelona o en eventos deportivos que cuenten con financiación municipal, como la primera etapa del Tour de Francia, que partirá de la capital catalana.
Con los votos favorables de Comuns, PSC y ERC, la propuesta busca enfatizar la declaración institucional que se aprobó en mayo por la cual Barcelona rompía vínculos políticos y económicos con Israel hasta que acabara el conflicto y “se respetaran los derechos humanos” en Palestina. Esta declaración, además de romper el hermanamiento con Tel Aviv, suponía dejar fuera a Israel de cualquier evento celebrado en la Fira -gestionado por un consorcio en el que el Ayuntamiento tiene presencia.
“Pero esos acuerdos no se están ejecutando”, ha afeado la líder de los Comuns en Barcelona, Janet Sanz. Lo ha dicho en referencia a algunos de los eventos que se celebrarán en la Fira, como el The District o el Smart City Expo, donde está confirmada la presencia de un stand de Israel. “Nuestra complicidad sustenta al Estado que perpetra el genocidio y es nuestra responsabilidad aislarlo”, ha apuntado.
Los Comuns -partido que ha realizado la propuesta- han añadido que “no se puede permitir la presencia de empresas que se están forrando con la ocupación de terrenos palestinos”. En este sentido, también han exigido que se retire el apoyo institucional a “cualquier evento en el que participe Israel” y que se impida la participación del equipo nacional “o sucedáneos” en la primera etapa del Tour.
“Es una obligación moral. O lo paramos desde la política o lo parará la ciudadanía”, han añadido desde ERC, en referencia a las movilizaciones populares que impidieron el desarrollo de diversas etapas de La Vuelta.
Desde el PSC, también han mostrado su apoyo a la propuesta, asegurando que Barcelona es “una ciudad comprometida con los derechos humanos”. Han reiterado que la resolución del pasado mayo es una “posición jurídica inequívoca de ruptura de vínculos con Israel dedicada a impedir que use Barcelona como escaparate” y, por eso, se han avenido a votar a favor de una propuesta que “reitera” ese compromiso.
La iniciativa ha contado con la abstención de Junts que ha destacado la “complejidad” de la situación en Gaza. Por ello, se han mostrado partidarios de apostar por “la presión democrática”. “Los boicots no son el camino, el aislamiento no trae la paz, sino que la aleja. En Cuba, no derrocó al régimen, sino que empobreció a la población. ¿A quién estamos castigando? A Netanyahu no”, ha declarado la concejala Neus Munté.
Desde el partido han insistido en que el impacto que puede tener este boicot sobre el conflicto es “nulo” y que, además, “puede comportar pérdidas económicas importantes para la ciudad”. Por ello, han decidido abstenerse. Por su parte, quienes sí han votado en contra han sido el PP y Vox, que han insistido en que el “boicot no es solidaridad, sino sectarismo”.