Nueva York, 26 sep (EFE).- La Asamblea General de la ONU celebrada esta semana en Nueva York ha ido acompañada de una sucesión de protestas que, en muchos casos, se han trasladado a unos llamativos camiones con pantallas en los que tanto organizaciones como empresarios ven una oportunidad.
En el congestionado este de Manhattan, donde está la sede de la ONU, los viandantes se toparon sobre todo con campañas móviles, desde denuncias a mandatarios como el israelí Benjamin Netanyahu, central este año en la ONU, hasta la defensa de los derechos humanos en la región pakistaní de Balochistán.
Por ejemplo, una campaña reclamaba al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, que el “Amazonas no está a la venta”, de la asociación proindígena Amazon Frontlines; otra calificaba al español, Pedro Sánchez,