Han transcurrido once años desde la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, y el caso sigue sin resolverse. La investigación ha estado marcada por inconsistencias y testimonios cuestionables. Uno de los aspectos más controvertidos es la inclusión de Abigael González Valencia, conocido como "El Cuini", como testigo colaborador. Este individuo es un alto capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y ha sido señalado como el cerebro financiero de la organización criminal.
Detenido en 2015, "El Cuini" enfrentaba procesos de extradición a Estados Unidos por narcotráfico, incluyendo metanfetaminas y cocaína. Sin embargo, logró retrasar su entrega gracias a un acuerdo con el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, en el contexto de la investigación de Ayotzinapa. En el marco del undécimo aniversario de esta tragedia, el periodista Ioan Grillo ha documentado que "El Cuini" fue presentado como testigo colaborador, aunque no aportó información relevante.
En mayo de 2021, González Valencia fue trasladado de un penal en el Altiplano a una cárcel en la Ciudad de México, bajo el argumento de que había decidido cooperar con las autoridades en el caso Ayotzinapa. Sin embargo, este movimiento generó dudas, ya que el ataque contra los estudiantes fue atribuido al grupo criminal Guerreros Unidos, que operaba en una zona diferente a la del CJNG. Un antiguo investigador federal afirmó: "Puedo garantizar que no le importó ni ma... en ayudar en la investigación. Era del cártel equivocado".
El enredo se complica con el pacto entre "El Cuini" y Gildardo López Astudillo, apodado "El Cabo Gil", jefe de sicarios de Guerreros Unidos. Gil exigió protección para "El Cuini" a cambio de su cooperación con las autoridades. En una carta a los padres de los normalistas, López Obrador reconoció que la demora en la extradición de "El Cuini" estaba relacionada con este acuerdo. Aunque Gil ayudó a identificar restos de dos estudiantes, su testimonio ha sido objeto de críticas por sus inconsistencias.
A medida que avanza la investigación, el papel de "El Cuini" se ha vuelto cada vez más confuso. Funcionarios del gobierno han ofrecido versiones contradictorias y no han presentado pruebas concretas de la información que supuestamente proporcionó. Grillo sugiere que su inclusión en el caso podría haber sido resultado de vínculos indirectos, dado que un agente federal implicado en el caso tenía conexiones con el CJNG.
En agosto de 2025, el gobierno de Claudia Sheinbaum extraditó a Estados Unidos a 26 narcotraficantes, incluido "El Cuini". Este operativo fue considerado de alto perfil, con la presencia del director de la DEA, Terrance Cole, quien recibió a "El Cuini" en el aeropuerto. A pesar de su extradición, persisten las dudas sobre su papel en el caso Ayotzinapa. Grillo concluye que la supuesta cooperación de "El Cuini" podría ser otra mancha en una investigación ya problemática. La situación refleja las debilidades estructurales de la justicia mexicana, donde los acuerdos políticos y judiciales parecen prevalecer sobre pruebas sólidas.