
El régimen de los ayatolás vuelve a estar en el punto de mira internacional. Alemania, Francia y Reino Unido , el denominado E3, han decidido reimplantar las sanciones nucleares contra Irán que llevaban más de una década paralizadas tras el histórico acuerdo nuclear de 2015, conocido como Plan de Acción Conjunto (PAIC).
La decisión se ha tomado mediante la activación del mecanismo snapback , que entró en vigor este sábado, según reza la declaración conjunta emitida por los tres países europeos. «Dado que Irán incumplió reiteradamente sus compromisos, el E3 no tuvo más remedio que activar el procedimiento de restitución rápida», han justificado.
Los datos que maneja el E3 son demoledores para las pretensiones iraníes. Según los países europeos, la república islámica posee actualmente 48 veces más uranio enriquecido del establecido en el acuerdo y diez veces más de uranio altamente enriquecido, una cantidad que podría utilizarse para fabricar dispositivos explosivos nucleares.
«Es decir, diez veces la cantidad aproximada de material nuclear para el cual no se puede descartar la posibilidad de fabricar un dispositivo explosivo nuclear», han denunciado los tres países, que subrayan que «Irán no tiene ninguna justificación civil creíble para sus reservas de uranio altamente enriquecido ».
La situación es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que «ningún otro país sin un programa de armas nucleares enriquece uranio a tales niveles y a esta escala», según han recordado desde el E3.
La Casa Blanca no ha tardado en mostrar su respaldo a la iniciativa tripartita. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio , ha celebrado en redes sociales la «firmeza y determinación» de Francia, Alemania y Reino Unido, calificando la medida como un «acto de decidido liderazgo global».
«Esta tarde, la ONU impuso la reimposición de sanciones contra Irán. Felicitamos a Francia, Alemania y el Reino Unido por su firmeza y determinación», ha escrito Rubio en sus redes sociales, quien añadió que la decisión «envía un mensaje claro» a las autoridades iraníes: « El mundo no aceptará amenazas ni medidas a medias , y Teherán deberá rendir cuentas».
Las implicaciones de esta medida son de gran calado. Según ha detallado el secretario de Estado norteamericano, la reactivación de seis resoluciones de la ONU « prohíbe el enriquecimiento nuclear iraní y restablece las restricciones a los programas nucleares y de misiles balísticos, así como al comercio de armas de Irán».
El mecanismo snapback tiene como objetivo «fundamental de que Irán nunca busque, adquiera ni desarrolle un arma nuclear», según han explicado los países del E3, que mantienen abiertas las « vías diplomáticas y negociaciones » pese a la reimposición de sanciones.
La reacción del régimen iraní no se ha hecho esperar. Ya el pasado sábado, las autoridades de Teherán llamaron a consultas a sus embajadores en Alemania, Francia y Reino Unido, calificando el movimiento de estos tres países como «ilegal» e «inmoral».
Cabe recordar que el viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU votó en contra de ampliar por otros seis meses la exención de sanciones contra Irán. El texto, que buscaba retrasar hasta el 26 de abril de 2026 las sanciones, no fue aprobado, aunque contó con el voto favorable de Rusia, China, Pakistán y Argelia.
Desde Washington, sin embargo, no cierran completamente la puerta al diálogo. La Administración Trump considera que «un acuerdo sigue siendo el mejor resultado para el pueblo iraní y el mundo », aunque reclaman conversaciones «directas, celebradas de buena fe, sin dilaciones ni ofuscaciones».
«De no lograrse dicho acuerdo, corresponde a los socios implementar de inmediato la reimposición de sanciones para presionar a los líderes iraníes a que hagan lo correcto para su nación y lo mejor para la seguridad mundial», ha sentenciado Marco Rubio.