
El exministro de Transportes y ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos , baraja entregar su acta de diputado en el Congreso con el objetivo de perder la condición de aforado y, de este modo, evitar ser juzgado por el Tribunal Supremo en el marco del ' caso Koldo', según publica Vozpopuli .
La decisión llega después de que el magistrado del Supremo, Leopoldo Puente , acordara el pasado 23 de septiembre dividir la investigación en dos piezas: una sobre los presuntos amaños en la adquisición de mascarillas , más avanzada y cercana al juicio, y otra sobre la adjudicación de obras públicas , aún en fase inicial. Según fuentes jurídicas, Ábalos podría sentarse en el banquillo por la primera causa antes de Navidad .
La renuncia al escaño trasladaría el procedimiento a la Audiencia Nacional , bajo la competencia del juez Ismael Moreno, instructor original del caso. Este movimiento arrastraría también a otros imputados como Santos Cerdán y Koldo García , piezas clave en la presunta trama de mordidas en contratos del Ministerio de Transportes.
No obstante, la estrategia genera dudas. Ábalos ha reconocido a su entorno que estudia seriamente la renuncia, aunque el factor económico pesa: dejaría de percibir un sueldo mensual de más de 6.500 euros , entre salario, indemnización y gastos de representación. El exministro ha alegado su precaria situación financiera como prueba de no haberse enriquecido ilícitamente, subrayando que la Guardia Civil no ha hallado patrimonio oculto vinculado a comisiones.
Juristas advierten, sin embargo, que acudir a la Audiencia Nacional puede ser un “arma de doble filo” . Frente al rigor del Supremo, la Audiencia mantiene causas abiertas durante años, acumula piezas y suele ampliar la instrucción, lo que podría endurecer la situación procesal de Ábalos. Además, se arriesga a quedar asociado a actuaciones de otros investigados aunque no existan pruebas directas en su contra.
Ábalos, que cumplirá 66 años el próximo 9 de diciembre , se enfrenta a una encrucijada: conservar el escaño y afrontar un juicio inmediato en el Supremo o arriesgarse a un proceso más largo e incierto en la Audiencia Nacional.