Barcelona La inflación de los últimos años ha funcionado como un ajuste salarial indirecto: mientras las empresas aumentaban los márgenes de beneficios, los sueldos de las plantillas no han crecido ni mucho menos al mismo ritmo que los precios. Éste es el diagnóstico que hace la CGT de Cataluña del contexto macroeconómico que ha provocado una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores catalanes, que el sindicato cifra en un 4,1% entre 2021 y 2024.

Según el informe Erosión del poder adquisitivo en Cataluña y necesidad de acción sindical presentado este martes, en ese mismo período el índice de precios al consumo (IPC, el indicador que mide el coste de la vida) ha aumentado un 14,8%. "Como consecuencia, el salario real cayó bruscamente en el 2022, y desde entonces, aunque ha crecid

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