EL CAIRO (AP) — Al menos 31 palestinos murieron el martes en la Franja de Gaza a manos de las fuerzas israelíes, informaron hospitales locales, mientras surgían preguntas sobre el plan de paz del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que podría pausar la guerra en Gaza, que se ha prolongado por casi dos años.

Hamás anunció que revisaría la propuesta con miembros del grupo y otras facciones palestinas antes de tomar una decisión.

Aunque la propuesta ofrece un fin a los combates en la franja, garantiza el flujo de ayuda humanitaria y promete la reconstrucción, el grupo rebelde palestino tendrá que desarmarse, algo que ha rechazado en el pasado. Además, Gaza, y sus más de dos millones de palestinos, quedarían bajo control internacional en el futuro previsible.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, apoya el plan y varios líderes de países árabes lo han aplaudido.

Muchos palestinos en el enclave costero, devastado por la guerra, desconfían de la propuesta. Es de destacar que el plan no establece un camino hacia la creación de un estado palestino y propone un llamado “consejo de paz”, encabezado por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair, para supervisar la administración de Gaza.

Para algunos, eso recuerda al mandato británico colonial sobre Palestina de 1920 a 1948, cuando Reino Unido administraba la zona.

“Quieren imponer su propia paz”, dijo a The Associated Press Umm Mohammed, una profesora de historia que se refugió con su familia en la Ciudad de Gaza. “De hecho, esto no es un plan de paz. Es un plan de rendición. Nos devuelve a tiempos del colonialismo”.

Mahmoud Abu Baker, un palestino desplazado de Rafah, dijo que la propuesta favorece a Israel y cumple con todas sus demandas sin hacer concesiones.

”(La propuesta) dice que nosotros, como palestinos, como árabes, no estamos calificados para gobernarnos a nosotros mismos y que ellos, los blancos, nos gobernarán”, expresó.

En Cisjordania, ocupada por Israel, algunos palestinos acusaron a Netanyahu y Trump de intentar resolver el problema sin ninguna aportación de los habitantes de Gaza.

“Se convirtió en una broma. Actuaron como si fueran dueños del mundo, decidiendo, analizando y dividiendo las cosas como quieren”, comentó Mohammad Shahin, un residente de Nablus.

Varios israelíes que visitaban un monumento para honrar el festival de música donde 364 personas fueron asesinadas durante el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, expresaron su escepticismo de que la propuesta pueda pausar la guerra.

Amit Zander, cuya hija, Noa Zander, fue asesinada en el festival, señaló que Trump era el único con suficiente poder para lograr un acuerdo. “Todos depositan sus esperanzas en (Trump)... depende de Hamás. Israel lo quiere, y más allá de eso, ya no está en nuestras manos”, dijo.

“Definitivamente es un esfuerzo por cambiar algo, pero ha habido esfuerzos todo el tiempo durante toda esta guerra, y el cambio realmente no ha sucedido, así que creo que todo está en el aire”, comentó Adi Nissim, quien también visitaba el monumento el martes.

Las fuerzas israelíes mataron al menos a 31 palestinos el martes, según hospitales locales.

En Netzarim, el corredor controlado por Israel que divide el norte y el sur de Gaza, 17 palestinos murieron y 33 resultaron heridos mientras intentaban acceder a ayuda humanitaria, informó el hospital al-Awda.

Más tarde, un ataque israelí provocó la muerte de cuatro personas en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, informó el hospital.

Las fuerzas israelíes también atacaron dos tiendas de campaña que albergaban a familias palestinas desplazadas en Muwasi, el tramo de ciudades de tiendas a lo largo de la costa mediterránea que el Ejército israelí había declarado previamente como una zona segura.

Uno de los ataques mató a siete personas, incluidas cuatro mujeres y un niño, que habían huido de la Ciudad de Gaza a principios de este mes para escapar de la ofensiva israelí, según el hospital Al Aqsa. En el segundo murieron un hombre, su esposa embarazada de siete meses y su hijo pequeño, informó el Hospital Nasser en la ciudad sureña de Jan Yunis.

Hasta el momento, el Ejército israelí no ha comentado sobre los disparos o ataques, y ha dicho que sus tropas abatieron a varios combatientes armados y atacaron más de 160 objetivos de infraestructura de Hamás en las últimas 24 horas, incluidas instalaciones de almacenamiento de armas y puestos de observación.

Se presume que Hamás tiene en su poder a 48 rehenes, de los cuales 20 se cree que siguen vivos, según Israel. El grupo armado ha exigido previamente que Israel acepte poner fin a la guerra y retirarse de toda Gaza como parte de cualquier alto el fuego permanente.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo en su informe diario que el número de muertos ha superado los 66.000, con casi 170.000 heridos desde que comenzó la guerra.

El ministerio, que forma parte del gobierno dirigido por Hamás, no diferencia entre civiles y combatientes en su conteo, pero ha dicho que mujeres y niños constituyen alrededor de la mitad de los muertos. Sus cifras son consideradas como una estimación confiable por la ONU y muchos expertos independientes. Israel acusa a Hamás de ocultar su infraestructura militar en áreas civiles.

La ofensiva de Israel ha destruido vastas áreas de Gaza y ha desplazado a alrededor del 90% de la población en medio de una crisis humanitaria catastrófica. Los expertos afirman que la Ciudad de Gaza experimenta una situación de hambruna.

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Lidman informó desde Jerusalén.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.