Astillero
Podría decirse que Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Gobernación, fue al Senado de la República a hablar de la soga en la casa del ahorcado o, cuando menos, de uno de los aparentemente destinados a algún castigo políticamente asfixiante.
En esa cámara, donde la Junta de Coordinación Política es presidida por Adán Augusto López Hernández, Rosa Icela aseguró que la administración Sheinbaum no tiene compromisos con mafiosos ni pactos con criminales, y que quien “cruza la línea del cumplimiento de la ley asumirá las consecuencias, trátese de quien se trate”. No individualizó sus señalamientos, aunque el elefante en la sala fue el caso tabasqueño de La Barredora .
A lo que sí se refirió en concreto fue a la corrupción correspondiente al contrabando de combustible, ll