
Con la presión de los incidentes provocados por drones y aviones rusos que han violado el espacio aéreo de países europeos fronterizos y la consecuente respuesta de fuerzas armadas de la OTAN, la reunión Informal de los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE-27 en Copenhague ha llegado a un consenso que sirve para bien poco. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha admitido durante la rueda de prensa posterior que “todos coincidimos en que necesitamos un cambio radical en la forma en que Europa piensa y actúa en materia de defensa”, pero no se llegó más allá. Ahora queda buscar un acuerdo con medidas concretas que se confirmen en el Consejo Europeo de los próximos 23 y 24 de octubre en Bruselas.
De los temas relevantes, fuentes del Consejo Europeo admitieron que hubo un enfoque constructivo, pero no hubo unanimidad ni en el asunto de utilizar activos rusos congelados para financiar la recuperación de Ucrania, donde Bélgica llevó la voz a la contra, ni en la posibilidad de cambiar la mayoría necesaria para abrir el proceso de ingreso de Ucrania en la UE, donde Hungría tenía la posición más reacia.
Aunque hubo bastante unanimidad sobre la amenaza de Rusia sobre los intereses europeos o que había que ayudar a Ucrania en su lucha contra los rusos, también afloraron las diferencias a la hora de cómo hacerlo. Una de las posiciones más contrarias por sus vínculos con Rusia fue la del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que ante la propuesta de eliminar que la votación exija la unanimidad en el proceso de ingreso de Ucrania a la UE no dudo en decir que “de ninguna manera, de ninguna manera. Hay un procedimiento legal, estrictamente establecido sobre cómo hacerlo”. Orbán solo quiere que la UE firme acuerdos especiales de cooperación con Ucrania pero nada de que se convierta en un miembro más de club europeo.
También hay bastante disenso en el plan de la Comisión Europea de prestar a Ucrania 140.000 millones de euros en activos rusos congelados por las sanciones, pese a que Von der Leyen aseguró que la institución europea cuenta con una base jurídica sólida para utilizar los activos inmovilizados rusos para financiar un “préstamo de reparación”.
Este dinero se encuentra ahora en Euroclear, una empresa de servicios financieros de compensación y liquidación de valores, en Bélgica, cuyo primer ministro, Bart de Wever, se ha opuesto a la medida por ser “un precedente peligroso” y por los mismos motivos que el primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, que se preguntó “cómo se devolvería dicho préstamo y qué sucedería si Rusia no devolviera dicha compensación en un tratado de paz”. En el mismo sentido, Macron dijo que este plan podría socavar la credibilidad de las autoridades financieras europeas y asustar a los inversores.
Según fuentes de Moncloa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido en el compromiso de España con la defensa europea a través de la presencia de militares y equipamiento español en cuatro países del Este y la participación en las operaciones de vigilancia de la OTAN en la frontera europea. Sánchez ha apoyado que se refuercen las capacidades de defensa y que de reforzar el flanco Este, pero sin descuidar el Norte o el Sur, ha abogado por preparar a todo el continente para hacer frente a todo tipo de amenazas. Moncloa no ha llegado a especificar cuál es la posición de España respecto a la utilización de activos rusos para financiar a Ucrania.
Aunque la propuesta del muro de drones de la presidenta de la Comisión ha sido muy debatida tampoco se ha llegado a una conclusión clara sobre su efectividad ni sobre cómo debería financiarse. “Todo el mundo sabe ahora que los drones han cambiado por completo el concepto de guerra. Tenemos que invertir en tecnología de drones a nivel transfronterizo para contrarrestarlos”, apuntó la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen.
De la dificultad de las negociaciones para poner de acuerdo a los 27 países sobre defensa y Ucrania se pone de manifiesto con el retraso en la agenda del día. Aunque se había previsto una rueda de prensa a las 17:30 sobre ambos temas se tuvo que retrasar por el arduo debate. Según fuentes del Consejo las discusiones sobre la defensa europea se alargaron durante cuatro horas mientras que el tema del apoyo a Ucrania se discutió durante una hora.
“La situación más complicada desde la Segunda Guerra Mundial”
Hubo declaraciones grandilocuentes para expresar la tensión del momento pero también para recordar la incapacidad defensiva de Europa y las distintas posturas de cada país frente a las medidas a tomar frente a Rusia. Como anfitriona de la cumbre, la primera ministra de Dinamarca apuntó que “la guerra híbrida ha golpeado a Europa. Estamos en la situación más complicada desde la Segunda Guerra Mundial” y reconoció que aunque se aumente los presupuestos defensivos en este tipo de conflictos “no puedes defenderte contra todas las acciones”.
“Estamos en una confrontación con Rusia, que durante varios años ha sido muy agresiva en el espacio informativo, también durante las elecciones, y está aumentando sus ciberataques. Ahora nos enfrentamos a amenazas híbridas en el campo de la confrontación. Nuestro mensaje es claro: Cualquiera que viole el espacio aéreo es susceptible de represalias. Es nuestro derecho”, comentó el presidente francés Emmanuel Macron. Las incursiones de Rusia en el espacio aéreo sobre países europeos constituyen “terrorismo de Estado”, según declaró alta representante de Exteriores de la UE, Kaja Kallas.
Tanto la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, como su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, recalcaron la idea de no olvidar el flanco sur de Europa en los planes de defensa: “Ningún proyecto de defensa común europeo que afecte a Europa no puede limitarse a las fronteras orientales del continente”.