En los últimos días, una ola diplomática sacude los pasillos del Ministerio de Relaciones Exteriores y los despachos del Gobierno colombiano. La razón: varios hechos recientes muestran que la diplomacia nacional se está alineando públicamente con la retórica política del presidente Gustavo Petro, algo que genera elogios en algunos frentes pero también cuestionamientos e inquietudes en los escenarios internacionales. El efecto es doble: proyectar un perfil de firmeza, pero al mismo tiempo incidir en tensiones diplomáticas que muchos deseaban evitar.
1. El detonante: revocatoria de visa en Estados Unidos
El punto de inicio más visible de esta dinámica fue la decisión del Departamento de Estado de Estados Unidos de revocar la visa del presidente Petro. Esta medida respondió a declaraciones