El sol apenas comienza a reflejarse sobre las aguas del Golfo de Morrosquillo (ubicado en el Caribe colombiano, entre los departamentos de Sucre y Córdoba) cuando un grupo de embarcaciones rompe la quietud de la superficie. No es una operación comercial rutinaria: se trata de un simulacro de contingencia, una práctica que CENIT , filial de Ecopetrol , realiza de manera periódica para garantizar que cada gota de crudo que transporta no se convierta en una amenaza para uno de los ecosistemas más frágiles del Caribe colombiano.
“En este ecosistema, una gota de hidrocarburo puede afectar de manera significativa el medio ambiente”, advierte Alexander Cadena , presidente de CENIT, mientras observa el despliegue de equipos en alta mar. La compañía es responsable de la red de oleoductos y