La historia de la Dra. Valeria Silva es un testimonio poderoso de cómo la disciplina deportiva puede forjar el carácter necesario para triunfar en los campos más exigentes de la medicina.
Nacida en una familia de atletas olímpicos en Lima, Perú, Silva llevó la antorcha del legado deportivo familiar hasta las Olimpiadas de Atenas 2004 y Beijing 2008, antes de convertirse en la primera laringóloga del prestigioso Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York.
Un legado de excelencia deportiva
Crecer en una familia donde el deporte era parte del ADN marcó profundamente a Valeria. Su madre compitió en las Olimpiadas de Montreal, su padre jugó voleibol para la selección nacional peruana, y sus hermanos fueron tenistas. “Mis papás siempre nos alentaron a practicar algún deporte,