Entre los verdes valles del Pisueña , en el corazón de Cantabria, se encuentra la Finca de San Juan de Castañeda , un espacio que ha sabido combinar la belleza natural del entorno con la sofisticación de una casa señorial llena de historia . Este enclave, rodeado de praderas, bosques y montañas, se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos para celebrar bodas, banquetes y eventos únicos.

Una finca con historia y alma cántabra

La Finca de San Juan de Castañeda no es solo un escenario idílico, sino también un lugar con una profunda carga histórica. Fundada en 1983 por María Rosa Fernández-Pacheco de Alvear , la hostería fue concebida como un refugio de elegancia y hospitalidad. Su empeño por mantener la esencia de la arquitectura tradicional cántabra, combinada con un servicio de excelencia, le valió el Premio Nacional al Mérito Turístico .

El conjunto está conformado por una casa-palacio con siglos de historia y la ermita de San Juan Bautista , que da nombre a la finca. Este pequeño templo, cuidadosamente restaurado, añade un valor patrimonial y espiritual al conjunto, convirtiendo la finca en un lugar donde la historia y la celebración se entrelazan con naturalidad.

El escenario elegido por los grandes eventos

En los últimos años, la Finca de San Juan de Castañeda ha sido escenario de bodas y celebraciones de alto perfil , como la de la influencer María Pombo , que escogió este enclave para su banquete nupcial y la fiesta posterior.
El lugar no solo destaca por su belleza, sino también por su capacidad para ofrecer experiencias personalizadas , adaptadas a cada celebración.

Los amplios salones acristalados, los jardines con vistas al valle y la elegancia rústica de sus interiores convierten cualquier evento en una experiencia memorable. Los atardeceres sobre el paisaje cántabro, los muros de piedra y la calidez de los espacios hacen de cada boda una celebración íntima y majestuosa a la vez.

Tradición, arquitectura y naturaleza en equilibrio

El encanto de la finca reside en su equilibrio perfecto entre tradición y modernidad . Las antiguas estructuras de piedra conviven con amplios ventanales que llenan los espacios de luz, mientras los jardines y caminos empedrados conservan el aire de las antiguas casonas montañesas.

Cada rincón de la Finca de San Juan parece pensado para celebrar la belleza de Cantabria: su paisaje, su historia y su gente. Los responsables del espacio han sabido mantener viva la filosofía original de su fundadora: ofrecer un lugar auténtico, elegante y profundamente ligado a la tierra .

Un referente del turismo de calidad en Cantabria

Gracias a su historia, su arquitectura y su impecable servicio, la Finca de San Juan de Castañeda se ha consolidado como un referente del turismo de calidad en Cantabria. A lo largo de cuatro décadas, ha acogido no solo bodas, sino también encuentros culturales, rodajes, presentaciones y celebraciones familiares.

Su prestigio traspasa fronteras: es un ejemplo de cómo la región puede ofrecer experiencias exclusivas sin renunciar a su identidad. La finca es, en esencia, una muestra viva de la elegancia rural cántabra , donde el lujo no reside en lo ostentoso, sino en lo auténtico.

El espíritu de Cantabria en una finca con alma

En un tiempo en que los lugares con historia se valoran más que nunca, la Finca de San Juan de Castañeda representa la unión perfecta entre pasado y presente.

Entre muros centenarios y praderas infinitas, los visitantes descubren un lugar donde cada piedra cuenta una historia , cada detalle refleja tradición y cada celebración se convierte en recuerdo.

Un enclave que no solo ha acogido banquetes y fiestas, sino también la esencia misma de Cantabria : su hospitalidad, su belleza natural y su amor por las cosas bien hechas.