
El T-Mobile Arena volvió a temblar. Apenas habían pasado 80 segundos desde que sonó la campana cuando Alex Pereira (13-3) lanzó una derecha devastadora que apagó las luces de Magomed Ankalaev (21-2-1) y lo envió directamente a la lona. Con ese golpe, el brasileño recuperó el cinturón de peso semipesado de la UFC , consumó su venganza personal y volvió a escribir su nombre con letras mayúsculas en la historia de las artes marciales mixtas.
A sus 38 años , muchos lo daban por acabado tras caer en el UFC 313 , pero “ Poatan ” —como se le conoce desde sus tiempos en kickboxing— demostró que aún le queda pólvora para rato. “ Prometí que iba a ser un show, y sabía que lo haría de esta manera. Los que no creyeron en mí, que crean ahora ”, exclamó tras la pelea, con el cinturón dorado de nuevo sobre su hombro y el público rendido a sus pies.
Venganza relámpago
El enfrentamiento entre Pereira y Ankalaev era una historia de rivalidad, orgullo y redención. En su anterior combate, el daguestaní había dominado al brasileño con su control en el suelo y su potencia física. Pero esta vez el guion fue completamente distinto. Pereira se presentó más ligero, explosivo y concentrado, con una estrategia clara: evitar el derribo y castigar en pie .
Desde el inicio, el brasileño tomó el centro del octágono. Tras un breve intercambio de patadas, una combinación letal de izquierda y derecha impactó en el rostro de Ankalaev, que cayó como una estatua. Un par de codazos en el suelo bastaron para que el árbitro detuviera el combate en apenas 1 minuto y 20 segundos del primer asalto . “ No quiero volver a trabajar en la tienda de ruedas ”, le había dicho a su rival en el careo del pesaje. Y lo cumplió.
“Poatan” vuelve a soñar con ser triple campeón
Con esta victoria, Alex Pereira se convierte en bicampeón de peso semipesado y suma un nuevo capítulo a una carrera meteórica. Tras conquistar el título de peso medio en 2022 y el de semipesado en 2024, ahora su objetivo es mayúsculo: subir a peso pesado y convertirse en el primer triple campeón de la historia de la UFC .
El presidente Dana White dejó abierta la puerta tras el evento:
“No sé si será ya, pero si alguien puede lograrlo, es él. Pereira es una superestrella, un tipo que siempre da espectáculo”, aseguró el directivo tras la velada.
Merab Dvalishvili sigue intratable
El coestelar de la noche también dejó un espectáculo de resistencia. El georgiano Merab Dvalishvili (21-4) defendió con solvencia su cinturón de peso gallo tras derrotar por decisión unánime (49-45, 49-45, 49-46) a Cory Sandhagen (18-6).
“The Machine” volvió a imponer su ritmo infernal, combinando derribos con striking constante. Aunque Sandhagen aguantó con valentía y tuvo sus momentos en el segundo asalto, la superioridad física y mental de Dvalishvili fue abrumadora. Con esta victoria, acumula 14 triunfos consecutivos y se afianza como uno de los campeones más dominantes de la actualidad.
Su próximo objetivo apunta a un viejo conocido: Petr Yan , en un combate que podría cerrar el año con broche de oro.
Prochazka, Zalal y Pyfer también brillan
El checo Jiri Prochazka (32-5-1) protagonizó una de las remontadas del año al noquear a Khalil Rountree Jr. (15-7) en el tercer asalto. Tras perder los dos primeros rounds, el ex campeón recurrió a su instinto más salvaje: un crochet de izquierda perfecto que puso fin al combate y lo devuelve a la órbita del título.
También destacó el marroquí Youssef Zalal (18-5-1), quien sometió a Josh Emmett en apenas 98 segundos del primer asalto con una llave de brazo impecable. Una victoria que cobra más relevancia al tratarse de dos rivales a los que Ilia Topuria no pudo finalizar en su paso por la división.
En otro combate de la noche, Joe Pyfer venció por sumisión a Abus Magomedov en el segundo asalto tras un inicio adverso, confirmando su evolución como contendiente de peso medio.