Ha pasado medio mes desde que la memoria anual de la Fiscalía General del Estado revelase un fallo en el volcado de datos de las pulseras antimaltrato, que durante un tiempo impidió conocer los movimientos de los agresores. Se trata de una crisis que, al contrario de lo que suele ocurrir, se ha ido agravando con el tiempo, por lo que ya existen voces dentro del PSOE que exigen un "cortafuegos" a una polémica que, reconocen, les está haciendo bastante daño. El runrún es generalizado y la mayoría lo achaca a una "lamentable" estrategia de comunicación por parte del Ministerio de Igualdad que dirige Ana Redondo, de hecho, hay quienes creen que, llegados a este punto, "haría falta una dimisión".

Hace apenas unos días que el departamento de Redondo anunció una "investigación interna exhaustiva

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