Imagina un hospital que debería cuidar de todos los ciudadanos, pero que en vez de ser gestionado por el Estado termina en manos privadas. Suena extraño, ¿verdad? Así empezó la historia de la privatización sanitaria en España, con el Hospital de Alzira, en Valencia .
Inaugurado en 1999 por Eduardo Zaplana (PP), fue el primer hospital público gestionado por una empresa privada. La promesa: más eficiencia y un ahorro del 20% frente a la gestión pública. La realidad fue otra: acabó rescatado por la administración y costando más de 69 millones de euros . Ese episodio marcó un antes y un después: Valencia abrió la puerta a un modelo que luego se expandiría a otras comunidades.
Madrid no tardó en seguir los pasos . Bajo Esperanza Aguirre (PP) , la privatización se consolidó como polít