El Vaticano no se va a quedar rezando en la sacristía ni va a permanecer en silencio ante la tragedia que se desarrolla en Oriente Medio y que estalló brutalmente hace justo dos años, con el ataque terrorista de Hamás en Israel y la declaración de guerra del gobierno de Benjamín Netanyahu contra Gaza, que calificó directamente de “carnicería”.
La inusitada dureza del mensaje no es obra directa del papa León XIV, quien a diferencia de Francisco, prefiere un papel más discreto en lo referente a la política internacional y cede este protagonismo al secretario de Estado vaticano (una especie de primer ministro de la Santa Sede), Pietro Parolin.
“Pensar que nuestro papel, como cristianos, es encerrarnos en sacristías, me parece profundamente erróneo. La oración también exige compromiso”, decl