En el último año, la política en Francia se ha ido desintegrando poco a poco hasta llegar a un punto, aparentemente, de no retorno. Es difícil encontrar a alguien en el arco parlamentario que no señale a Emmanuel Macron como el principal responsable de esta crisis histórica que atraviesa el país. En la calle, el sentimiento no es muy distinto; el 70% de los franceses creen que el presidente debería dimitir.
En lo que va año, Francia ha tenido a tres primeros ministros , dos de los cuales han batido récords de brevedad en el cargo . Ninguno ha conseguido resolver la difícil ecuación de formar un gobierno estable capaz de aprobar reformas y presupuestos sin recurrir al artículo 49.3, mecanismo constitucional que permite al Ejecuvio aprobar por decreto leyes sin la preceptiva vo