En momentos de tensión, discusiones o ambientes cargados, muchas personas aseguran sentir cómo su energía se drena sin explicación aparente. Esa sensación de pesadez o agotamiento puede tener un punto en común: el ombligo . Según las filosofías energéticas, este punto del cuerpo no solo es una cicatriz biológica del nacimiento, sino también un canal sensible que conecta con el entorno y capta la vibración de los demás.

Hay muchas prácticas simples de protección energética que cobran fuerza. Una de las más difundidas consiste en tapar el ombligo cuando se perciben energías negativas, ya sea en el trabajo, en casa o en lugares concurridos. Esta costumbre, transmitida por la sabiduría popular y reforzada por corrientes de sanación holística, apunta a resguardar el equilibrio emocional y

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