La oposición no pudo convertir este miércoles en ley el nuevo régimen de decretos de necesidad y urgencia (DNU) , lo cual le dio un pequeño respiro al gobierno, aunque el Senado podría insistir con la media sanción en una próxima sesión.
Se trata de una victoria pírrica para el oficialismo, que gana tiempo hasta que el Senado vuelva a tratar (posiblemente después de las elecciones) esta iniciativa que apunta a poner en jaque la capacidad del presidente de gobernar a través de un instrumento discrecional como los DNU.
Si bien la oposición obtuvo una mayoría holgada en general, con 140 sufragios a favor, 80 en contra y 17 abstenciones, y parecía que terminaba la jornada descorchando con un nuevo cachetazo al gobierno, todo se complicó cuando se votó en particular.
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