Muchos padres de hoy navegan entre el cansancio y la culpa tecnológica. Antes fue la televisión; luego, la tablet. Ahora, los chatbots de inteligencia artificial (IA) son la última frontera que los niños exploran, a menudo durante horas y sin supervisión.

Modelos como ChatGPT, MyAI de Snapchat o Character.AI ya no son simples herramientas de búsqueda: narran cuentos, crean imágenes y, para algunos niños, se han vuelto confidentes digitales. La IA, diseñada para ser empática y servicial, ha comenzado a ocupar un lugar íntimo en la vida emocional infantil.

La cuestión ya no es solo cuánto tiempo pasan frente a la pantalla, sino con quién están “hablando” detrás de ella, informa DW en Español.

Cuando la IA se convierte en confidente

La escena se repite en distintos hogares: un padre ag

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