España es mucha España. La selección de Luis de la Fuente es un equipo, como dice el seleccionador, «de la e a la o» . Ni las numerosas bajas impidieron que la selección diera un recital para triturar a una Georgia que pudo haberse llevado una goleada de escándalo del Martínez Valero si no llega a ser por Mamardashvili y por nuestra falta de puntería. Los goles los hicieron Yeremi Pino y Oyarzabal pero España hizo ocasiones para haber logrado una goleada cercana a las dos cifras.

Luis de la Fuente  tenía un porrón de bajas. Las teníamos por detrás ( Carvajal y Huijsen ), por el medio ( Rodri y Fabián ) y por delante (Lamine, Nico Williams o Dani Olmo). Así que el seleccionador se las tuvo que ingeniar para componer un once de garantías que se midiera a Georgia . Por suerte talento tiene. Eligió a Unai Simón , su portero de confianza, y le colocó por delante una línea de cuatro con Porro y Cucurella en los costados , mientras que Cubarsí hacía de poli bueno al lado del poli malo Le Normand , más sobón con los delanteros que Ábalos en la primera cita. Los tres del centro del campo también eran fáciles de adivinar: Zubimendi, Pedri y Mikel Merino . Arriba Ferran Torres hacía de Lamine, Yeremi Pino de Nico y Oyarzabal hacía de Oyarzabal.

Enfrente de los nuestros estaba Georgia , país exótico con nombre de estado norteamericano y la selección con los nombres más impronunciables del mundo. Prueben si no a decir Mikautadze o Kvaratskhelia sin atragantarse ni salpicar al de al lado. Y estos son los dos mejores del equipo, del resto mejor ni hablar. Bueno, Mamardashvili, el portero antes del Valencia y ahora del Liverpool, no es tan difícil de decir.

Sonaron los himnos en el repleto Martínez Valero de Elche y empezó el fútbol. España se quedó la pelota y replegó Georgia con sus once costaleros debajo del paso. Pedro Porro puso en apuros a Mamardashvili con un centro sencillo de atrapar que el meta georgiano optó por sacársela de encima. Encontró nuestra selección un pasillo en el costado izquierdo de Georgia por el que corría Ferran Torres . Al que le hizo un penalti clamoroso Dvali en el minuto 5 . O eso parecía.

Penalti al limbo

El colegiado lituano Manfredas Lukjançukas señaló falta fuera del área pero el VAR le advirtió para que lo revisara porque la falta había sido dentro. Entonces sucedió algo berlanguiano: el árbitro se fue al monitor y, en lugar de señalar el penalti, decidió que Ferran Torres se había tirado, así que ni penalti, ni falta ni gaitas. Los jugadores de la selección se quedaron entre la incredulidad y la estupefacción.

Perdimos el hilo aunque la pelota siguió siendo nuestra. Hubo que esperar al 18 para que Oyarzabal echara arriba un cabezazo tras un buen pase de Yeremi Pino . España buscaba atacar por las bandas y desde ahí ponerla al área. Resistía Georgia bien ordenada. Nos faltaba un punto de vértigo (Nico) y de imaginación (Lamine) pero el gol iba a acabar cayendo por insistencia.

Hubimos de esperar al 25 para que un centro tocadito al área de Pedri acabara en una asistencia de Le Normand para que Yeremi Pino , que atacaba el área pequeña, fusilara a Mamardashvili . El gol dejó muy tocada a Georgia , que se descompuso. Empezando por el propio portero, que embistió a Ferran Torres dentro del área . El imberbe colegiado pitó el penalti, el VAR lo revisó y el propio Ferran lo ejecutó. Esta vez el ex portero del Valencia se redimió y rechazó el lanzamiento del delantero del Barcelona .

Igual que ocurrió hace unos días cuando Mbappé le cedió un penalti a Vinicius, esta vez fue Oyarzabal el que se la dejó a Ferran Torres como si esto fuera el patio del colegio. En fin, a España le tocaba seguir remando para no complicarse el partido. Mikel Merino tuvo el segundo en su cabeza tras la enésima asistencia desde la banda de Pedro Porro , el jugador más activo de la selección en la primera mitad.

Falta pegada

Volvió a perdonar Mikel Merino en el 43 tras otra jugada de Porro con asistencia incluida de Oyarzabal . El mediapunta del Arsenal tenía vencido a Mamardashvili pero su disparo tocadito se fue por arriba. España había tenido ocasiones (penalti incluido) para golear pero al descanso nos fuimos con un pírrico 1-0 que mantenía en el partido a Georgia aunque fuera con respiración asistida.

Regresamos del entreacto en la misma línea. Ocasión clamorosa de Oyarzabal, que se topó con Mamardashvili en el mano a mano. Tiró al muñeco y otra vez el gol nos hacía la cobra. También a Ferran Torres , que la pegó picuda tras sentar al meta de Georgia . España seguía perdonando la goleada. Y el partido seguía sólo 1-0. Lo que ocurrió después merecía más un exorcista que un periodista para analizarlo. Porro y Oyarzabal se toparon de forma consecutiva cada uno con un palo  en la misma jugada.

España podía ir ganando por media docena y apenas ganaba por un mísero tanto. En el 63 por fin cayó el segundo. Tuvo que ser Oyarzabal el que ejecutara con violencia un libre directo al filo de la frontal del área grande. Fue un disparo de empeine total al que no puso oposición Mamardashvili. Entraron entonces de golpe Borja Iglesias por el propio Oyarzabal y Álex Baena por Yeremi Pino . Al fin poníamos algo de tierra de por medio.

Siguió percutiendo España , que sólo tiene marcha adelante. De la Fuente metió entonces a otros dos del Atleti a la vez: Marcos Llorente y Pablo Barrios . Salieron del campo Pedri y Pedro (Porro), que había sido el mejor jugador de la selección. Nos quedaban casi 20 minutos por delante y el partido se nos había caído. Los nuestros dominaban pero no necesitaban hacer más sangre georgiana y más tras haber perdonado una goleada.

En el 80 entró Aleix García por un impecable Zubimendi . Eran ya las postrimerías del partido y aún le dio tiempo a Ferran Torres a volver a fallar un mano a mano en el que se agigantó otra vez Mamardashvili. Ya daba igual porque la victoria estaba sellada y con ella el pase al Mundial cada vez más encarrilado. Ahora, que pase el siguiente, que será Bulgaria el próximo martes.