El plan para precipitar el fin de Maduro con un despliegue naval en el Caribe y la campaña de ataques extrajudiciales contra supuestas narcolanchas suscita dudas sobre el día después

Diez barcos de guerra en total, entre ellos, tres destructores, un buque de asalto anfibio, un crucero lanzamisiles y un submarino de propulsión nuclear, además de unas 10.000 tropas. El despliegue de la Armada ordenado desde agosto por Donald Trump en el área de influencia del Comando Sur de la Marina estadounidense cuenta con pocos precedentes en el Caribe y un enemigo también insólito: los cárteles de la droga venezolanos.

El presidente comunicó hace un par de semanas al Congreso, sin opción a debatir, su decisión de que el país ha entrado en guerra contra ellos. De momento, el parte de bajas es más modes

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