Probablemente es el último cartucho para no ir a elecciones y Sebastien Lecornu, renombrado por sorpresa el pasado viernes como primer ministro tras su intento fallido de formar gobierno hace una semana, ha apurado las horas del domingo seleccionando un gabinete que encaje con el momento político que vive Francia.

Entre los criterios del complicado cásting está que sea lo suficientemente rupturista con los anteriores gobiernos de Macron, ministros sin ambiciones para 2027 que puedan hacerlo implosionar y una inclinación porque puedan entrar perfiles técnicos en ciertas carteras preservados del fuego político . El Elíseo confirma que Macron ha dado «carta blanca» al inquilino del palacio de Matignon para que diseñe el gabinete más adecuado para los objetivos a corto plazo de sacar adelan

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