El líder conservador del grupo parlamentario de la CDU en Alemania, Jens Spahn, comparó recientemente el efecto que tienen Instagram y TikTok en el cerebro con el de la heroína, y propuso establecer una edad mínima de 16 años para acceder a las redes sociales.

Sus declaraciones, aunque polémicas, han encontrado eco en la comunidad científica y reabren un debate sobre los efectos psicológicos del uso excesivo de estas plataformas.

Un reciente informe de la Academia Alemana de Ciencias Leopoldina advierte que una parte significativa de los jóvenes alemanes muestra comportamientos de uso adictivo, con signos de pérdida de control, abandono de otras actividades y trastornos psíquicos como ansiedad o depresión.

Cambios cerebrales, pero sin equipararse a las drogas duras

A pesar de las s

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