El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó ante el parlamento su compromiso con el nuevo proceso de paz, al tiempo que multitudes en Tel Aviv celebraban la liberación de los rehenes. Las imágenes mostraron emotivos reencuentros entre cautivos y sus familias, mientras familiares reunidos en una plaza gritaban de alegría al conocer la noticia.
Del lado palestino, miles de personas recibieron con entusiasmo los autobuses que transportaban a los prisioneros liberados hacia Cisjordania y Gaza. Entre ellos se encontraban 250 personas condenadas por ataques a israelíes y más de 1.700 detenidos durante la guerra, muchos sin cargos formales. Algunos fueron enviados directamente a Egipto a través del cruce fronterizo de Rafah.
La liberación ocurre en el contexto de un devastador conf