domingo que su país no tiene intención de hacerle daño a China. La declaración se da días después de anunciar un arancel adicional de 100% a la segunda economía más grande del mundo.

"No se preocupen por China, todo estará bien. El respetado presidente Xi (Jinping) acaba de pasar un mal momento. No quiere una depresión para su país y yo tampoco. Estados Unidos quiere ayudar a China, no perjudicarla", declaró el mandatario estadounidense en su plataforma Truth Social.

Trump reinició el viernes la guerra comercial con Pekín en una disputa sobre nuevas restricciones chinas a las exportaciones de minerales de tierras raras. El líder republicano anunció gravámenes adicionales y controles de exportación sobre software de importancia estratégica, los cuales entrarán en vigor el 1 de noviembre.

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