(Para la Mystérieusse)
Había un tiempo en que para escribir poesía había que saber escribir poesía.
Santiago Sylvester.
Es muy famosa la anécdota según la cual un día, en una exposición, se acerca una dama a Stephane Mallarmé y le dice que ella tiene muchas ideas para escribir poemas, a lo que el autor de «Herodías» respondió:
Y con esto me acerco al otro mito que está muy arraigado entre quienes se acercan a la escritura poética: basta la emoción, el sentimiento, la inspiración para que el poema exista.
Cierto es que muchas veces un poema nace de un impulso creativo, llámese como se llame, sin embargo, ese acto no es sino una parte del proceso, y debo decirlo ni siquiera la más importante.
, el trabajo de darle forma a ese «sentimiento» que apenas logramos esbozar y una vez escrito