La militancia revolucionaria del profesor tiene su génesis desde su incorporación por los años 60. Culminando el bachillerato en el liceo Cecilio Acosta de Coro, participa en los programas de capacitación profesional docente y desde entonces, la lucha política y la docencia fueron inseparables en su vida, evidencia de ello es la creación del Programa Juvenil Fogata que termina en una expresión política juvenil de la izquierda revolucionaria como lo fue Bravo Sur.
La experiencia que entrelazó dos potenciales motores del poder popular, como son el educativo y el comunitario, demostró lo acertado del Programa Nacional Cada Familia Una Escuela, tal fue la experiencia de la aplicación del mismo en la Unidad Educativa Abdón Calderón en la Vivienda Rural de Bárbula.
CANTAURA, UNA MASACRE JAMÁS