Se escucha un rugido en el océano Atlántico. No es un tsunami y tampoco la erupción de un volcán. Es el grito de un pequeño pueblo que, separado por la geografía, se unió en un grito de júbilo para celebrar una hazaña histórica: la selección de Cabo Verde acaba de golear 3 a 0 a Eswatini como local para asegurar así su clasificación al Mundial de 2026, donde este país de apenas más de medio millón de habitantes se codeará con las máximas potencias del fútbol.

Cabo Verde es un Estado soberano insular ubicado frente a las costas de Senegal y Mauritania. Alguna vez clave en el comercio de esclavos por su posición estratégica en el mapa, este país que comprende diez islas volcánicas desafió todas las lógicas posibles en este deporte, y ahora celebra sus 50 años de la independencia de Portugal

See Full Page