En Madagascar estalló una crisis política profunda cuando fuerzas del ejército asumieron el control del país, después de semanas de protestas callejeras masivas contra el gobierno. El estallido social tiene orígenes en el descontento con los cortes de agua, apagones frecuentes y el reclamo de dimisión del presidente Andry Rajoelina.
La unidad militar CAPSTAT salió de sus cuarteles y anunció que su propósito no es derrocar el orden, sino “garantizar el orden público”. Se designó al general Demosthene Pikulas como nuevo jefe militar , y se informó que la gendarmería apoyaría sus acciones en coordinación oficial.
El presidente Rajoelina fue evacuado; fuentes indican que salió del país bajo escolta militar y que podría estar en Emiratos Árabes Unidos. No hay confirmación oficial