Finalmente, la duda ha sido despejada y no hubo giro de guion inesperado, batacazo de último minuto ni sorpasso alucinante por la derecha. Nada de eso, en últimas el sobre con el nuevo ganador del Premio Nobel de Literatura sí que contenía el nombre de László Krasznahorkai, justo como las casas de apuestas lo venían vaticinando desde semanas atrás. Con este predecible desenlace, aunque no por ello menos justo o merecido, la Academia Sueca nos ha dado la más aburrida de las contiendas desde la soporífera elección de Svetlana Alexiévich en 2015, quien lideró todas las quinielas de principio a fin sin margen alguno para la necesaria incertidumbre que la mística de este galardón demanda.
Fuera de los más que obvios vencedores de la jornada, el mismo Krasznahorkai y todo el pueblo de Hung